El grupo científico tiene como objetivo generar y sistematizar conocimiento técnico y científico que sustente las acciones de la Coalición para la protección de los ríos en Chile.
El Laboratorio Natural Andes del Sur se sumó oficialmente al Grupo Científico de la Coalición Ríos Protegidos, una iniciativa que reúne a organizaciones de la sociedad civil, centros de investigación, universidades y otras actorías para proteger y restaurar los ecosistemas fluviales del país. Esta colaboración, formalizada mediante un convenio de cooperación, permitirá aportar bases conceptuales, diagnósticos, recomendaciones de política y material de divulgación que aporte al desarrollo una propuesta de sistema de protección y gestión integral de ríos y cuencas.
La integración del Laboratorio Natural Andes del Sur al Grupo Científico de la Coalición Ríos Protegidos marca un hito en la articulación de esfuerzos para conservar los ríos chilenos. El convenio establece una alianza que potenciará el trabajo interdisciplinar.
El Grupo Científico, coordinado por investigadores de la Universidad Austral, del Instituto de Ecología y Biodiversidad y de otras organizaciones, trabaja en cuatro pilares clave: diagnóstico de ecosistemas dulceacuícolas, monitoreo integrado, planificación territorial y propuestas normativas. Entre sus metas para 2025 destaca la elaboración de un “Atlas de Ríos Protegidos”, que sistematizará información ecológica, hidrológica y social para priorizar áreas de intervención.
Uno de los proyectos en los que participará el Laboratorio Natural Andes del Sur se desarrollará en la sección alta de la cuenca del Río Bueno, específicamente en el sistema de ríos tributarios del Lago Maihue. Allí se llevará a cabo una caracterización del territorio mediante un expediente que, en el futuro, podría contribuir a su protección. Este esfuerzo tiene fundamento en el entendimiento de que La Cordillera de los Andes es la cabecera de las cuencas hidrográficas del país.
Con esta alianza, el Laboratorio Natural Andes del Sur refuerza su compromiso con la conservación de los ecosistemas de montaña y agua dulce, sumando capacidades técnicas y territoriales a una red nacional que ya agrupa a más de 15 organizaciones. Los avances científicos generados en el marco de esta colaboración no solo beneficiarán a las cuencas locales, sino que sentarán las bases para una política nacional de ríos protegidos, un desafío urgente ante el aumento de presiones como el cambio climático y las actividades extractivas.