En el corazón del sur de Chile, donde las montañas y los lagos forman un ecosistema único, la Dra. Sarah Kelly ha dedicado más de una década a construir puentes entre el conocimiento científico y la sabiduría ancestral de las comunidades Mapuche-Williche.
Como geógrafa e investigadora asociada al Laboratorio Natural Andes del Sur, Kelly utiliza un enfoque de investigación colaborativo y transdisciplinario que busca responder a las amenazas ambientales y culturales que enfrentan estos territorios.
Además de su rol en Chile, Kelly dirige la Clínica de Justicia Energética en Dartmouth College, Estados Unidos, donde también es profesora de Geografía. Su labor académica la ha llevado a conectar los territorios Mapuche-Williche del sur de Chile con las tierras y injusticias en Nueva Inglaterra. En ambas regiones, su trabajo examina la relación entre agua, energía y cultura, utilizando un enfoque que combina ciencia, justicia ambiental y participación comunitaria.
En el sur de Chile, Kelly es parte del Colectivo Epu Lafken Mapu, un proyecto comunitario intercultural liderado por comunidades Williche. Este colectivo se centra en estudiar la calidad del agua en la cuenca de los lagos Maihue y Ranco, dos cuerpos de agua esenciales para la vida y la cultura de estas comunidades.
La investigación realizada por Epu Lafken Mapu no solo aporta datos valiosos sobre el estado de los ecosistemas, sino que también refuerza el protagonismo de las comunidades locales en la gestión y conservación de sus territorios. “El mapeo participativo y la ciencia comunitaria son herramientas poderosas para empoderar a las comunidades y hacerlas parte activa del proceso de conocimiento”, señala Kelly.
Las montañas del sur de Chile no solo son una fuente de biodiversidad, sino también un espacio sagrado y vital para las comunidades Mapuche-Williche. Sin embargo, en los últimos años, estas áreas han enfrentado múltiples amenazas, como proyectos de minería, construcción de caminos, iniciativas turísticas de gran escala y parcelaciones descontroladas.
“Estos proyectos no solo modifican el paisaje físico, sino que también afectan las relaciones ancestrales con el territorio, conocidas como Ngen (espíritus guardianes), y el bienestar integral del territorio, del itxofilmogen (vida, biodiversidad),” explica Kelly. Desde su perspectiva, estos desafíos requieren soluciones que integren disciplinas científicas y respeten la cosmovisión de las comunidades locales.
El Laboratorio Natural Andes del Sur, donde Kelly es investigadora asociada, es un espacio dedicado a la investigación transdisciplinaria. Este enfoque reúne a expertos de diferentes disciplinas, desde ciencias naturales hasta ciencias sociales, junto con los saberes territoriales de las comunidades. “Necesitamos todas las disciplinas trabajando juntas y desde con los territorios para encontrar soluciones a los problemas complejos que enfrentamos”, enfatiza Kelly.
Este modelo de trabajo ha permitido generar conocimientos que no solo tienen valor académico, sino también un impacto directo en las políticas públicas y la gestión territorial. La colaboración entre actores diversos ha sido clave para enfrentar desafíos como la conservación de recursos hídricos y la mitigación de impactos ambientales.
La experiencia internacional de Kelly le ha permitido establecer paralelismos entre los desafíos para la justicia climática en Nueva Inglaterra y las injusticias ambientales como las que enfrentan el pueblo Mapuche-Williche en Chile. En ambos territorios, su trabajo ha destacado la importancia de proteger los recursos naturales y culturales en un contexto de justicia ambiental.
“La justicia ambiental no solo se trata de preservar los recursos naturales, sino también de garantizar que las comunidades tengan voz y participación en las decisiones que afectan su territorio”, señala Kelly. Esta perspectiva amplía el alcance de su trabajo y conecta luchas locales con movimientos globales por la sostenibilidad y los derechos humanos.
La Dra. Sarah Kelly concluye con un mensaje claro: “Es fundamental involucrarnos activamente en la protección de los territorios y en el fortalecimiento de las comunidades”. Desde el Laboratorio Natural Andes del Sur, invita a la sociedad a conocer más sobre el trabajo que realizan: “Siga la página de Andes Lab Sur, síganos en las redes y aprenda más sobre lo que las otras investigadoras e investigadores están haciendo”.
Su compromiso y visión sirven como recordatorio de que la colaboración entre ciencia, comunidades y políticas públicas es esencial para construir un futuro sostenible. A través de su labor, Kelly demuestra que es posible conectar conocimientos ancestrales y científicos para enfrentar los desafíos ambientales y culturales de nuestro tiempo.