El investigador Robinson Silva, asociado al Laboratorio Natural Andes del Sur, se dedica a estudiar las transformaciones territoriales en la provincia de Valdivia. Su investigación se centra en el desplazamiento forzado y su impacto en las comunidades cordilleranas entre 1967 y 2020.

El sur de Chile, con su imponente cordillera y su historia de paisajes transformados, ha sido testigo de cambios profundos en las últimas décadas. Entre ellos, el desplazamiento forzado de comunidades en la provincia de Valdivia, un proceso que ha alterado no solo el paisaje natural, sino también las vidas de quienes habitaron y trabajaron en la zona. Robinson Silva, académico de la Universidad Austral de Chile y actual investigador asociado al Laboratorio Natural Andes del Sur, se ha dedicado a estudiar este fenómeno, con el objetivo de desenterrar las historias olvidadas y comprender los efectos a largo plazo de estas decisiones políticas. 

Con su formación en historia y geografía, y doctorado en la Universidad de Barcelona, Silva ha centrado sus investigaciones en los territorios afectados por el desplazamiento forzado en la cordillera valdiviana. Su proyecto Fondecyt, titulado “Transformaciones del Territorio Forestal en la Provincia de Valdivia entre 1967 y 2020”, tiene como eje principal comprender los procesos sociales y políticos que derivaron en el desplazamiento de comunidades madereras durante las décadas del desarrollismo y del neoliberalismo. 

Silva comenta que, el objetivo de esta investigación es ofrecer una comprensión más rigurosa de cómo las decisiones políticas, especialmente en el contexto de la dictadura y la implementación del neoliberalismo, transformaron los territorios de montaña y las formas de habitar de sus comunidades. A través de este proyecto, Silva busca no solo analizar los efectos visibles en el paisaje, sino también los impactos en las relaciones sociales y en la memoria colectiva de estas comunidades. 

La transición hacia un modelo neoliberal en Chile durante la dictadura tuvo un impacto devastador en las comunidades rurales. “El trabajo de montaña, las labores propias de la forestación y el aserrío prácticamente desaparecieron”, señala Silva, refiriéndose al cambio económico que desplazó a los trabajadores forestales y sus familias, que históricamente dependían de estas actividades. La terciarización del trabajo y la introducción de nuevas economías, como el turismo y la industria inmobiliaria, modificaron por completo la estructura laboral de la zona. 

Este proceso, que Silva describe como una “destrucción del tejido social”, dejó a las comunidades locales sin alternativas de sustento, provocando migraciones forzadas hacia otras áreas. Los espacios que antes eran utilizados para la producción forestal comenzaron a ser privatizados, eliminando así los modos de vida tradicionales de las comunidades madereras de la cordillera. 

A pesar de estas transformaciones radicales, Silva destaca la resistencia de las comunidades afectadas. En los últimos años, diversas agrupaciones se han formado con el objetivo de relatar sus historias y buscar reparación frente al Estado. “La memoria colectiva es una herramienta poderosa”, menciona Silva, quien ha trabajado directamente con estas agrupaciones para documentar sus vivencias y estructurar demandas formales por el desplazamiento forzado que sufrieron. El desplazamiento forzado está tipificado como un delito de lesa humanidad, y es fundamental que se reconozca el impacto que estas decisiones políticas tuvieron en las vidas de estas personas. 

Como parte de su investigación, Silva ha desarrollado herramientas que permiten visibilizar estos procesos de despojo territorial. Una de ellas es la cartografía integrada COFOMAP, que representa visualmente los cambios vividos por el territorio de montaña valdiviano. Esta herramienta no solo muestra las transformaciones físicas del paisaje, sino también los elementos patrimoniales y los conflictos actuales relacionados con el nuevo extractivismo en la zona. “A través de la cartografía, buscamos ofrecer una visión más completa de cómo las políticas de desplazamiento afectaron tanto a las personas como al territorio”, explica Silva. 

El trabajo de Robinson Silva no solo se centra en el pasado, sino también en cómo las investigaciones históricas pueden contribuir a un futuro más justo para las comunidades de montaña. “Nuestra investigación busca apoyar los procesos administrativos y judiciales, proporcionando datos históricos relevantes para que las comunidades accedan a justicia y reparación”, afirma Silva. Esta labor es especialmente importante en un contexto donde las políticas públicas no siempre responden a las necesidades del territorio y donde la amenaza de la especulación inmobiliaria y el monocultivo sigue latente. 

A futuro, Silva espera que su investigación sirva para fomentar una gestión más equitativa de los territorios de montaña, que considere las necesidades y derechos de las comunidades locales. “La historia de estos territorios nos enseña mucho sobre cómo podemos manejarlos de manera más sustentable y equitativa”, concluye el investigador.